Las maderas europeas son muy valoradas por su calidad y belleza natural. Europa ofrece una gran variedad de especies y en este blog os traemos las maderas más representativas y que además puedes encontrar en nuestro almacén.
Abeto
La madera de abeto es una de las más valoradas en la construcción y la carpintería por su versatilidad y resistencia. Es la madera perfecta para quien busca un balance entre funcionalidad, estética y sostenibilidad. Procede del abeto rojo (Picea abies Karst) que crece sobre todo en el centro, norte y sur de Europa. Es una madera fácil de manipular y por ello se usa con frecuencia en estructuras y acabados. Además, una de sus principales ventajas es la resistencia a la deformación, incluso en ambientes húmedos. Para su uso en exterior es necesario aplicarle tratamientos protectores ya que no es muy resistente a plagas y hongos.
Tono: de blanco cremoso a marrón claro. Densidad: 450 kg/m³ Dureza: ligera. Aserrado: sin problema. Cepillado: sin problema. Clavado/atornillado: tendencia a rajarse, poca resistencia al arranque. Encolado: bueno. Secado: rápido, con riesgo de fendas. Usos: estructuras, muebles y molduras ornamentales, instrumentos musicales, tableros y paneles.
Haya
La madera de haya destaca en la carpintería y ebanistería por su resistencia, durabilidad y belleza, siendo altamente apreciada. Procede del haya europeo (Fagus sylvatica). Su tono puede ir de un blanco rosado hasta un amarillo suave, incluso a veces se encuentra con matices rojizos y su textura es lisa y uniforme gracias a su grano fino y compacto. Esta madera es resistente y dura, además posee una densidad elevada por lo que es capaz de resistir peso sin sufrir deformaciones. Una ventaja apreciable es su capacidad de flexión excepcional.
Tono: de blanco rosado a amarillo suave. Densidad: 730 kg/m³ Dureza: semidura. Aserrado: sin problema. Clavado/atornillado: sin problema. Encolado: sin problema. Secado: lento, con riesgo de fendas. Usos: muebles, parquet, molduras, instrumentos musicales, utensilios de cocina.
Pino Gallego
La madera de pino gallego, también llamada pino marítimo, es una de las más usadas en España, sobre todo en Galicia debido a su disponibilidad y a sus características físicas y mecánicas. Procede del pino gallego o marítimo (Pinus Pinaster Ait.) que crece sobre todo en la región de Galicia, pero también en algunas zonas de Portugal y Francia. Es una alternativa muy rentable para aplicaciones que no necesitan una resistencia muy alta, ya que a pesar de no ser muy resistente sin tratamiento, su fácil manipulación y su amplia disponibilidad la convierten en una madera muy popular. Presenta una buena relación entre resistencia y peso, por lo que es adecuada para usos en carpintería en general y sus nudos hacen que tenga un aspecto rústico, muy demandado para decoración. No es especialmente duradera en exterior ya que es propensa a ataques de hongos y termitas, y además se estropea con la humedad. Por todo ello suele recibir tratamientos de impregnación con productos químicos para mejorar su resistencia.
Tono: de amarillo pálido a marrón claro. Densidad: 550 kg/m³ Dureza: semidura. Aserrado: puede presentar problema si no se realiza a tiempo. Secado: fácil. Usos: tableros alistonados, contrachapados, carpintería de interior, ornamentación.
Pino Insigni
La madera de pino insigni, también conocida como pino de Monterrey, es una madera de rápido crecimiento que se utiliza extensamente en construcción y carpintería. Procede del pino insigni, Monterrey o radiata (Pinus radiata) que originariamente crecía en California pero que actualmente lo hace en numerosos lugares, como el norte de España. Esta madera es una opción económica y versátil para una amplia gama de aplicaciones. Su fácil manejo, color claro y rápido crecimiento la convierten en una madera muy popular en carpintería.
Tono: de blanco cremoso a amarillo pálido. Densidad: 500 kg/m³ Dureza: semiblanda. Aserrado: sin problema. Clavado/atornillado: fácil. Encolado: fácil. Secado: fácil y rápido. Usos: mobiliario, revestimientos de interior, frisos, embalajes.
Pino Ruso
La madera de pino ruso o pino silvestre es una madera versátil, ideal para la construcción y la fabricación de muebles.
Esta madera es fácil de trabajar, tanto con herramientas manuales como con maquinaria, debido a su baja densidad. Es fácil de cortar, moldear y perforar.
Procede del pino ruso (Pinus sylvestris) que es una de las variedades de pino más comunes en Rusia y el norte de Europa. Además es una especie de crecimiento rápido y se planta en programas de reforestación por lo que se asegura un suministro constante.
Tono: de amarillo claro a marrón rojizo. Densidad: 510 kg/m³ Dureza: blanda. Aserrado: sin problema. Cepillado: sin problema. Clavado/atornillado: sin problema. Encolado: bueno. Secado: fácil y rápido. Usos: muebles rústicos de interior, revestimientos, puertas, ventanas, frisos, construcción auxiliar.
Pino Rojo Suecia
La madera de pino rojo de Suecia, también conocida como pino Flandes, es una de las maderas más demandadas en el mercado debido a su facilidad para ser trabajada y a su bajo precio. Procede del pino de Suecia que crece principalmente en Suecia y Finlandia, aunque en nuestro país podemos encontrarlos en zonas montañosas como Sierra Nevada, la Cordillera Cantábrica o Sierra de Gredos. Destaca por su color gris verdoso y sus marcados anillos. Es una madera poco nerviosa, blanda y muy fácil de trabajar. No tolera bien la contaminación pero sí las temperaturas frías y húmedas.
Tono: gris verdoso. Densidad: 500 kg/m³ Dureza: blanda. Aserrado: sin problema. Cepillado: sin problema. Clavado/atornillado: sin problema, alta resistencia al arranque. Encolado: bueno. Secado: fácil y rápido. Usos: construcción estructural, postes, tarimas, rodapiés, mástiles marineros, leña.